De La Quiaca a Ushuaia y de los Andes al Atlántico, pasando, claro, por el entrañable Chaco del Diablito Echeverri, la Argentina toda disfrutó del aplastante 6-0 sobre Brasil en lo que fue el estreno del equipo nacional en el Sudamericano Sub 20 de Venezuela. La selección armó una fiesta de fútbol y goles y firmó el triunfo más abultado en toda la historia del Superclásico de las Américas. Pero hubo un sitio donde cada grito de los chicos se vivió y se gozó de manera diferente. Ahí, donde nacieron y crecieron muchos de los cracks de la selección y que sigue siendo, al día de hoy, una inagotable fuente de talentos en casi todas las categorías de AFA.